miércoles, 25 de abril de 2012

CREATIVIDAD RADIAL EN UN CONTEXTO UTILITARIO.

La creatividad, tanto en términos radiofónicos como en general artísticos, experimenta hoy por hoy una crisis. Musicalmente, pueden aparecer nuevos artistas que compongan nuevas historias y les pongan notas nuevas; por el lado de lo audiovisual, aparecen nuevas tramas, formatos modificados. Pero, en realidad y por lo general, no se trata más que de variaciones, matices o re-formulaciones aplicados a formatos o prácticas ya existentes. La creatividad no trasciende el plano de lo paradigmático, lo tradicional, sino que consiste en diseñar nuevos disfraces con que vestir técnicas antiguas… y en ocasiones primitivas.
Desde esta perspectiva, las prácticas radiofónicas actuales en general materializan lo que Lidia Camacho diagnosticó en su artículo “El arte radiofónico para América Latina”, con respecto a los radiodramas durante los inicios de la radio latinoamericana: “hay que admitir que, una vez dominada la técnica de creación y producción del radiodrama, este padeció de una repetición de fórmulas y códigos que indujeron a pensar que todo estaba ya inventado, lo que impidió ensanchar sus posibilidades estéticas y avanzar hacia nuevas propuestas”. De la misma manera en que el radiodrama latinoamericano no trascendió de sí mismo, sufriendo un desafortunado estancamiento, así también en nuestros días somos testigos de una repetición viciosa de esquemas, tanto a nivel de programas como de programaciones; de estilos de conducción, de recursos sonoros, etc. Más aun: lo que podemos presenciar en muchos casos es una auténtica falta de “personalidad” en las instituciones radiofónicas, que en una pretensión de emular paradigmas considerados popularmente “aceptables” – lo cual no suele ser sinónimo de creatividad efectiva por parte de éstos últimos –, hacen de sí mismos réplicas por demás faltas de originalidad.
No es un panorama que favorezca el desarrollo de un arte radiofónico en nuestro continente en general, pero ciertamente no se trata de un problema aislado, como si fuera pura responsabilidad de radialistas. En realidad, esta situación es fruto de la tendencia marcadamente utilitarista y exageradamente mercantilista que se cierne sobre la sociedad latinoamericana, la cual antecede a la aparición del medio radiofónico en nuestro continente y que, definitivamente, determinó el curso que había de seguir su desarrollo. Y es que la radio en esta parte del mundo no se valora por su valor artístico, sino por cuanto representa una plataforma publicitaria. Del otro lado, es bien conocido que fue la radio precisamente quien, ante la falta de presupuesto para sostenerse a sí misma, negoció su fin comunitario – lo cual implica su interés artístico – a cambio de las utilidades que le rendía la publicidad. Desde entonces, la radio se debe a sus auspiciadores.

El proceso de globalización ha venido a acentuar este contexto. La proliferación de empresas deseosas de dominar el mercado y la libre competencia, condición por la cual todas la empresas necesitan darse a conocer, ha originado que más empresas busquen tener presencia en los medios de comunicación social, de entre los cuales la radio es la que suele percibirse como el más cercano a su audiencia, resultando ser, por tanto, un importante y efectivo recurso persuasivo. La gran demanda de anunciantes hace cada vez más estrecho el tiempo en el medio radial. Este es uno de los factores que ha contribuido a que la programación en la radio se torne cada vez más ágil. De hecho, este mismo factor ha sido, en parte, el responsable de que tanto en la radio como en la televisión, los formatos se hayan tornado rápidos, lo cual, de algún modo, ha influido en el comportamiento de las audiencias. En efecto, una característica de las audiencias actuales que, por el contraste con las audiencias que vivieron los inicios de la radio y la televisión, resulta siendo una de sus cualidades más típicas es la rapidez que exigen con respecto a las ofertas programáticas de ambos medios tradicionales. Por poner un ejemplo, las antiguas radionovelas de una hora de duración no tendrían una acogida favorable por parte de la mayor parte de audientes de este tiempo.
Volviendo al ámbito radiofónico, hay otros factores más cuya valoración es importante en el momento de tratar de explicar la condición en que se encuentra sumida la creatividad en la radio actual. Uno de ellos, muy influyente, es la proliferación de radios pirata. Si bien estas emisoras posiblemente pueden tener un interés mayormente comunitario, se vuelve necesario considerar si nacen como reacción a una problemática específica. De ser así, lo más probable es que, pasado el tiempo en el que se soluciona el conflicto, el trabajo vaya perdiendo continuidad hasta que finalmente sólo se mantenga por subsistir, llegando a desaparecer en la mayoría de las veces. En esta situación, es poco probable que se presenten propuestas trascendentemente creativas en términos de producción radiofónica. Pero aun en caso de que las hubiera, la progresiva decadencia antes anotada no permitiría que se construyera sobre esos nuevos cimientos, no estériles, pero si insuficientes. Por otra parte, cuando las llamadas “radios pirata” nacen con un interés mayormente económico, es verdaderamente improbable que trascienda los paradigmas establecidos, debido a que su finalidad es captar la mayor cantidad de audiencia en el menor tiempo posible, lo cual es incompatible con la necesaria educación que requiere el disfrute de nuevas formas de arte radiofónico.
Y otro motivo más de la dejadez creativa en la radio lo constituye la falta de apoyo social en la promoción de una nueva forma de arte. Se necesita tiempo y dinero para poder experimentar con nuevas propuestas, y hoy por hoy son muy pocos los que están dispuestos a invertir estos recursos por puro amor al arte. En este sentido, hay un gran desinterés por las instituciones estatales competentes en la promoción de proyectos en favor del arte radiofónico. Este es una de las grandes debilidades para el desarrollo del arte y la creatividad en la radio, si consideramos que la experiencias radiales más fructíferas en países con mayor éxito en este ámbito tienen su origen en emisoras estatales.

Verdaderamente, la radio latinoamericana tiene grandes impedimentos para hacer progresar una forma auténticamente nueva de hacer radio, pero un buen inicio podría ser un sólido apoyo para alcanzar este fin, por parte de las instituciones competentes en la promoción de la cultura y la educación.


GLOSARIO:
- UTILITARISMO: Doctrina filosófica que considera la utilidad como principio de la moral. Actitud que valora exageradamente la utilidad y antepone a todo su consecución.
- GLOBALIZACIÓN: Tendencia de los mercados y de las empresas a extenderse, alcanzando una extensión mundial que sobrepasa las fronteras nacionales.

PERSPECTIVAS DE LA CIBERRADIO

La producción radiofónica ha seguido una evolución lenta. Comenzó como un medio en el cual se leían las noticias redactadas en diarios, guardando entonces una estrecha relación con el lenguaje escrito que limitaba su expresividad. Así fueron sus inicios, en un contexto de enfrentamientos bélicos en el cual la necesidad primordial era informar sobre los eventos de la guerra, dada la obstrucción de las comunicaciones. Posteriormente, ya en otro panorama social, la radio se fue renovando en cuanto a sus formatos y estilos de realización. los locutores ya no sólo se limitaban a la lectura fría de titulares en informciones escritas: comenzaron a emanciparse de la palabra escrita y a ganar espontaneidad. La información se comenzaba a transmitir desde el mismo escenario, haciendo más vívida la narración de los hechos. Y es en este momento que el sonido propio del mundo (ahora técnicamente conocido como sonido ambiental) hace su aparición en las ondas hertzianas como fuente de información.
Casi en paralelo, comienzan los primeros experimentos con el sonido: estos no sólo eran fuente de información, sino que también eran capaces de convertirse en medios de expresión, en códigos transmisores de mensajes vívidos. Fue el inicio de las experiencias artísticas con la radio, la cual había sido ya desde sus inicios objeto de extremado interés para los artistas de la época.
Pero sobrevino entonces la televisión, y el poder seductor de la imagen se impuso frente a la inmaterialidad del sonido. El anclaje visual fue captando cada vez mayores audiencia, y hoy por hoy vivimos en una sociedad predominantemente visual, en la cual prevalecen la imagen y la apariencia. 
En todo este proceso, podemos ver que el  devenir de la radio ha sido un continuo desprenderse de formas rígidas, de estructuras rutinarias. La radio, por su naturaleza etérea, está llamada a re-crearse continuamente, en un ejercicio de creatividad que aún no sabemos a dónde llegará.

Ahora el medio radiofónico se enfrenta a un nuevo reto, muy estrechamente ligado al contexto "tecnologizado" de nuestro tiempo, y que es su digitalización. En efecto, la plataforma digital a revolucionado el panorama de la comunicaciones, convirtiéndose en el nuevo medio más empleado de nuestro contexto. ¿Cuáles son los retos que nos propone la digitalización de la radio? ¿Que proyección tiene como variante de la radio tradicional?

Las dos opciones que se le presentan a los medios masivos tradicionales son, por un lado, adecuar su mensaje a los nuevos sistemas digitales intentando mantener, en la medida de lo posible, sus señas de identidad, estructura comunicativa y forma; y por otro lado, desarrollar un nuevo sistema de comunicación que varíe la forma y la emisión del mensaje. Lo primero sería la adecuación del soporte a la necesidad (mantener y modificar el mensaje adecuándolo a la red), y lo segundo, utilizar Internet como un nuevo soporte de comunicación y, por descontado, crear un nuevo sistema de comunicación de masas.

Al adoptar la plataforma digital como nuevo soporte, la radio deberá reformularse en todo su proceso de producción y realización. Pero, sin duda, uno de los aspectos más interesantes con los que tendrá que lidiar será la interactividad de la Internet. La interactividad le ofrece al internauta una autonomía que hasta ahora ninguno de los medios tradicionales le procuraba. Por todo ello, la gestión de gustos, necesidades y preferencias las determina el individuo a su voluntad y no la empresa emisora.

Mariano Cebrián menciona varias circunstancias a las que se debe enfrentar la ciberradio: la interactividad, que abriría la posibilidad real de interacción entre la empresa radiofónica y sus oyentes; fragmentación de la programación debido a la gestión por parte de los oyentes de los programas, búsqueda de una "identidad sonora", dada la gran variedad de ofertas que coexisten en el soporte digital y que pueden confundirse con la radio; la posibilidad de que los oyentes modifiquen el programa o lo escuchen de modo diferente, entre otros. En todos los casos, la ciberradio deberá abrir espacios en los que el oyente pueda decidir sobre lo que escucha. 
María Julia Gonzalez Conde enumera, además, algunas ventajas de la radio digital frente a la radio tradicional:
- Singularidad en el tipo de consumo del mensaje y su contexto, ya sea parcial o toda la programación, sin tener en cuenta el factor temporal.
Universalidad en el soporte en el que se aloja, con la desaparición de límites geográficos y búsqueda de nuevos consumidores u oyentes potenciales.
Convergencia en las terminales de recepción y dispositivos multifuncionales MP3, teléfonos móviles, ordenadores portátiles…) que pueden ser consumidos, reenviados, compartidos y modificados.
- Influencia de la confluencia de diferentes dimensiones comunicativas.
- Consumo activo de los mensajes.
Sin embargo, este nuevo cambio recién ha empezado en nuestro medio. En la actualidad, vemos que la ciberradio no está muy difundida y es aun menos conocida. No obstante, ya hay proyectos de ciberradio y se realizan experimentos en un intento de integrar todas estas nuevas exigencias en una propuesta alternativa de radio. En realidad, la ciberradio es una aplicación de la Internet como soporte de la radio tradicicional. Parece ser que verdaderamente, como lo anotó Grindmann, no encaminamos hacia la creación de un "megamedio" con apariencia digital.


GLOSARIO:
- INTERACTIVIDAD: Cualidad de interactivo.
- DIGITALIZACIÓN: Acción y efecto de digitalizar, es decir, de expresar datos en forma digital.
- CIBERRADIO: (definición de Mario Cebrián) "La ciberradio ya no es una redifusión por Internet, sino que integra los componentes de esta como algo propio y los transforma para convertirlos en algo diferente. No es la oferta de la programación tradicional sino otra forma de presentarla mediante fragmentaciones o se da entrada a otras emisoras nuevas, aunque todavía no se aprecie que hayan impulsado todas sus aportaciones".

EUFONÍA EN EL MEDIO RADIOFÓNICO


 La voz humana es el instrumento sonoro más perfecto por cuanto es el más expresivo de entre todos los demás instrumentos musicales. “La voz es el instrumento con el que los humanos nos expresamos habitualmente, por lo que no es de extrañar que en un medio como la radio, que es eminentemente hablado, ésta sea, como se ha comentado en más de una ocasión, la columna vertebral del sonido radiofónico. El profesor Balsebre advierte que ninguna de las materias primas que constituyen el lenguaje radiofónico es por sí misma fundamental para la producción, pero reconoce que la palabra es indispensable en la radio. En este sentido, Balsebre sostiene que aquellos creadores que prescinden de la palabra en sus obras radiofónicas, rara vez consiguen un éxito comunicativo”.
Y es que en el medio radial, la voz es la que establece el nexo con la audiencia. Irónicamente la ausencia de la imagen nos crea una ilusión de intimidad y crea un clima de intimidad con los receptores de nuestros mensajes. Sobre este punto, la doctora Ana Beatriz Ammann dice que “esta misma ausencia de anclaje visual provoca una apariencia de cercanía entre posiciones distantes en el espacio social y otorga un carácter representativo a la participación en el diálogo radiofónico sin distinguir la posición individual o colectiva de las voces socialmente designados para elaborar y proponer opiniones constituídas”. Al ser la voz “la columna vertebral” en el medio radiofónico, conviene considerar qué es lo que le da carácter radiogénico.
En primer lugar, es necesario dejar en claro que, para un locutor de radio, es tan importante tener dominio sobre su técnica vocal así como también tener una voz cálida, expresiva y versátil. La doctora Emma Rondero, en un estudio realizado sobre los principales errores cometidos por los locutores de radio, menciona lo siguiente:
“Por tanto, del dominio de la locución depende que el discurso se transmita con la eficacia suficiente para garantizar la asimilación de los datos informativos por  parte del oyente. Pero, no se trata sólo de que el locutor posea unas extraordinarias cualidades vocales sino que, además, debe acompañarlas de un adecuado conocimiento y manejo de su voz, aplicado al tipo de mensaje que transmite. Entonces, al buen locutor de informativos se le exigen ambas circunstancias: que posea un buen instrumento sonoro pero, asimismo, que conozca las técnicas vocales necesarias que le aseguren el dominio de la prosodia (entonación, acento y ritmo) y de la pronunciación, aplicadas siempre al discurso informativo radiofónico”.
Si se quiere impactar a los oyentes con los mensajes y las reflexiones, la voz debe lograr ser la amiga, acreditar confianza, credibilidad, misterio, alegría, tristeza, belleza, fealdad, miedo, seguridad, en fin, transmitir estados de ánimos. La voz es, en definitiva, la estrategia a utilizar para hacer reaccionar al oyente y este pueda imaginar lo descrito. De este modo se cumple lo analizado por Ammann sobre la apariencia de cercanía.
Asimismo, podemos ver que el uso de las técnicas empleadas en la voz radiofónica sirve también como un instrumento de gran utilidad para ser utilizada desde otra perspectiva, porque como escuchar la radio no resulta ser lo mismo que participar en una conversación, se detecta que un correcto uso de la expresión oral por parte de quien emite la información, la descripción verbal, la estructura gramatical y las frases cortas, entre otros elementos, facilitan la comprensión. Para todo ello, los profesionales del habla deben estar adecuada y competentemente preparados desde cualquier nivel estructural de la radio. Ello permitirá una mayor compresión de lo que se desee transmitir a los públicos destinatarios de los mensajes radiofónicos.
La voz es todo es todo lo que el oyente puede imaginar. Nada impide que, fruto de su propia imaginación, una persona pueda recrear en su mente el rostro de quien le habla, su aspecto físico o su estado de ánimo. Es más, en el caso del partido de fútbol, un oyente aficionado podrá visualizar, incluso, la velocidad a la que un jugador se dirige a la meta contraria con intención de marcar un gol. Y todo ello con sólo escuchar el sonido de su voz. ¿Cuáles son, en un caso como este, las cualidades que son capaces de producir esta sensación? Según la doctora Emma Rondero Antón, son cuatro las condiciones (http://www.unav.es/fcom/comunicacionysociedad/es/resena.php?art_id=135) que hacen que una voz sea radiogénica, es decir, agradable radiofónicamente  hablando y capaz de trasladar a la audiencia a ese imaginario que expresan a través de su oralidad. Estas cuatro condiciones son: la intensidad, la duración, la intensidad tonal y el timbre.
En el caso del timbre de voz, un estudio interesante realizado por la Dra. Rondón arrojó como resultado que la audiencia, para el caso de una voz informativa, encontró más agradables las voces radiofónicas resonantes, brillantes y claras, al mismo tiempo que preferías las voces con tonalidades graves. La razón: esta cualidades tímbricas y tonales les transmitían mayores sensaciones de credibilidad, seguridad y tranquilidad.
Por otra parte, la naturalidad y la claridad fueron siempre las cualidades más sobresalientes a la hora de valorar una agradable pronunciación.
Así, pues, estos son algunos ejemplos de como las cualidades de la voz, a la vez que el empleo de adecuadas técnicas de locución son esenciales para el medio radial. Concluyamos recordando la definición dada a la voz en el medio radial: la columna vertebral del sonido radiofónico.
GLOSARIO:
-      RADIOGÉNICO: Que suena bien a través de la radio.
-      PROSODIA: Parte de la gramática que enseña la recta pronunciación y acentuación.
-      TONO: Cualidad de los sonidos, según su frecuencia, que permite ordenarlos en graves y agudos.
-      TIMBRE: Calidad de los sonidos, que diferencia  a los del mismo tono, y que depende de la forma y naturaleza de los elementos que entran en vibración.




REQUERIMIENTOS PARA UN IMPULSO DEL RADIOARTE.


La radio latinoamericana padece una falta de creatividad generalizada en lo que respecta a sus formatos. Es cierto lo que sostiene Lidia Camacho al decir que “una vez dominada la técnica de creación y producción del radiodrama, este padeció una repetición de fórmulas y códigos que indujeron a pensar que todo ya estaba inventado”, refiriéndose al radiodrama como manifestación del arte radiofónico. Pues lo mismo que ocurrió con los radiodramas ha acontecido con las programaciones y los programas de radio: se ha extendido el uso de determinados formatos, se han establecido normas implícitas que determinan la elaboración de la parrilla programática, sobre todo en cuestión de horarios.
A esto se suma la evidente disminución de audiencias aficionadas a la radio a raíz del auge tecnológico, en especial de la Internet, que integra muchas de las funciones de los demás y brinda muchas otras, una de las cuales es la interactividad.
En este contexto, el radioarte no es bien conocido. La radio actual no tiene espacios dedicados a la promoción de la creatividad aplicada a la radio con criterio artístico, pues, dentro de la fugacidad que le es inherente, apenas dispone de tiempo para presentar un contenido popular, con el objetivo de acaparar audiencia para satisfacer la demanda de publicidad de sus auspiciadores. Aún no se ha alcanzado el necesario equilibrio entre el fin social de la radio e intereses comerciales de los auspiciadores y las empresas de comunicación. Y es que, precisamente, esto se debe a la misma naturaleza de la radio comercial. Arturo Merayo escribe lo siguiente al respecto:
“Además de quebrarse el concepto unitario de comunicación radiofónica, se extiende la idea de costear la producción a través de los recursos publicitarios y la radio se inserta así, plenamente, en una lógica de competencia y en el seno de un mercado industrializado, en el que las estrategias de comercialización hacen olvidar la vocación de servicio público que había caracterizado al medio. ‘El cambio sufrido por la radio es definitivo: por una parte sacrifica la creatividad, la comunicación y el servicio a la sociedad en su propia esencia, por la emisión constante y exclusiva de productos ajenos a su problemática expresiva y comunicacional (discos) que no precisan de amplios plazos de producción ni de equipos humanos culturalmente cualificados y técnicamente especializados’. La sustitución del original proceso comunicativo de la radio por una visión tecno-económica acaba por hacer olvidar las potencialidades sociales del medio. La radio, por decirlo de algún modo, se traiciona a sí misma”.
De este modo, vemos como para la radio ha sido una elección exclusiva perseguir su financiamiento mediante la publicidad ante la búsqueda de la realización de su fin social. Ahora bien: La difusión y promoción del radioarte, como manifestación artística que es, tiene un valor predominantemente cultural, y en ese sentido está relacionado primordialmente al fin social de la radio. Pero dada la condición actual por la que pasa la radio, el radioarte apenas es pobremente utilizado como artificio que sirve para hacer más llamativo un informe o con fines publicitarios.
Propongo tres puntos a partir de los cuales se podría intentar un impulso del conocimiento por el radioarte.
a)   En principio, y dada la arraigada coyuntura socio-económica en la que se inserta la radio contemporánea, un cambio en materia de la valoración del arte radiofónico debe comenzar por la educación escolar. Efectivamente, en el actual estado de las cosas, una experiencia de radio escolar puede ser el escenario más adecuado para un primer contacto con el radioarte como ordenamiento estético de esa materia artística de la radio que es el sonido y con intervención de ese espacio electrónico de la radiodifusión. En este sentido, sostiene Merayo:
“[…]la instalación de emisoras en las escuelas es una posibilidad que ya está siendo utilizada por diversos colegios, precisamente aquellos que entienden que la coparticipación de profesores y alumnos en la elaboración de los contenidos resulta fundamental. "No se trata de competir con otros medios de comunicación, ni siquiera con otras radios, sino de dominar los mecanismos de esa peculiar forma de comunicación social […]. Se trata de convertir a un  simple oyente en un receptor crítico ante los mensajes de los medios de comunicación social, que además pueda usar ese lenguaje para mejorar sus relaciones con los demás y con su entorno". Y más adelante agrega: “Éste es, probablemente, el principal reto de la radio educativa en este fin de  milenio: regenerarse a sí misma mediante el aprovechamiento de sus propios recursos expresivos y apostando decididamente por la creatividad”.
b)   Para Lidia Camacho, una de las razones por la que el radioarte no prosperó en Latinoamerica es el poco estudio que se le dedicó al medio radiofónico, y este estudio compete primordialmente a las universidades, en tanto que éstas deben invertir esfuerzos en la investigación. Vuelve a insitir Merayo: “Existe la necesidad de explorar de forma continuada las posibilidades educativas del medio. Esta labor está directamente relacionada con la "experimentación sonora "con el fin de adquirir más elementos y conocimientos acerca del lenguaje radiofónico. Además de los estudios abundantes acerca de audiencias, formatos y contenidos es preciso seguir investigando en el lenguaje y la expresividad propios del medio. Sólo así estaremos en condiciones de optimizar, y sobre todo de evaluar y reformular la oferta programática. En esta tarea, las Universidades tienen una responsabilidad especial en la medida en que están obligadas a experimentar nuevos rumbos y a asumir el riesgo de indicar nuevos caminos”.
c)   Luego, es necesario asumir los nuevos retos que nos impone la era tecnológica. Heidi Grindmann, radialista austríaca, habla de que a partir de la digitalización de la radio “se está vislumbrando un megamedio”, en el que “se da la convergencia de los medios de comunicación, computador y telecomunicación”. La integración de estas tecnologías de la comunicación en los estudios a realizarse favorecerán la mayor experimentación, pues precisamente el medio digital abre nuevas posibilidades de emisión y “libera a los artisitas de la radio cada vez más”.

GLOSARIO:
-      RADIODRAMA: Composición sonora que narra una historia y la recrea valiéndose de la voz y otros efectos sonoros.
-      RADIOARTE: ordenamiento estético de la materia artística de la radio, el sonido, con intervención del espacio electrónico de la radiodifusión