viernes, 16 de septiembre de 2011

FEMINICIDIO EN LA NOTA ROJA: ANÁLISIS DISCURSIVO CON PERSPECTIVA DE GÉNERO.

En la actualidad, el periodismo emplea un lenguaje sexista, que se caracteriza por ser “discriminatorio y fortalecedor de valores equívocos”. Con la finalidad de probar esta problemática y sugerir alternativas de solución, Yesika Cruz emplea un método llamado “análisis sintáctico” sobre algunas notas periodísticas policiales que ilustran esta situación.
Para su aplicación, describe las siguientes categorías conceptuales:
a)      El feminicidio es todo asesinato a mujeres motivado por el sentido de derecho y/o superioridad sobre ellas, por placer sádico y/o por la suposición de propiedad sobre las mujeres. De manera que se califica como tal los actos de violencia que, aun sin intención de provocar la muerte, son motivados por las razones descritas y la ocasionan de hecho.
b)      La perspectiva de género es una visión feminista crítica, analítica, explicativa, política y alternativa a lo que acontece en el orden de los géneros. Busca la equidad entre los géneros.
c)      El sexo es el conjunto de características biológicas que distinguen a hombres y mujeres.
d)     El género es el conjunto de diferencias sociales entre mujeres y hombres que han sido aprendidas, cambian con el tiempo y presentan grandes variaciones tanto entre diversas culturas como dentro de una misma cultura. Con el género se relaciona la “estrategia de naturalización”, que se da cuando una situación de creación social se asume como natural.
e)      Sexismo es el ejercicio discriminatorio por el cual se asignan roles fijos a las personas por el solo hecho de pertenecer a un determinado sexo, restringiendo su desarrollo pleno.
f)       Androcentrismo es la actitud sexista que lleva a considerar al sexo masculino como el centro y la medida de todas las cosas.
Los medios de comunicación, el lenguaje y la construcción de género están totalmente implicados, ya que la lengua refleja el sexismo existente y a transmitirse en los medios de comunicación, reafirma y naturaliza las diferencias sexistas.
Por otra parte, las categorías para realizar el análisis discursivo se clasifican según si ocultan, guardan silencio o excluyen a las mujeres (expresiones genéricas, el masculino plural para ambos géneros, términos con desinencias masculinas, uso no paralelo del género masculino para ambos géneros en oficos, cargos, profesiones y títulos); o bien si expresan desprecio, odio, consideran a las mujeres como subalternas o como sujetos de segunda categoría (estereotipos, imágenes asimétricas, uso asimétrico de tratamientos, protagonismo gramatical masculino y expresiones sensacionalistas).
Tras abordar diferentes muestras de notas policiales, se concluye en que existe sexismo y androcentrismo en el lenguaje periodístico, siendo necesario que los periodistas destierren desde el ámbito personal. Cambiar palabras, usar la transversalidad y el equilibrio en la información son opciones que pueden contribuir a un lenguaje más equitativo.

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